3.6. Philipp Batz
Luego, el filósofo y poeta alemán Philipp Batz (1841 – 1876), también pesimista radical seguidor de A. Schopenhauer que utilizaba el seudónimo de Philipp Mainländer, encuentra que el mundo como totalidad de los individuos, es lo mismo que cada individuo por sí, es decir: voluntad de morir. Sostiene Philipp Batz que la unidad primordial, Dios, eligió, con el fin de su auto-aniquilamiento, la escisión en una multitud de seres individuales, los cuales tienen el afán hacia el no-ser, y se estorban mutuamente y debilitan su fuerza hasta que finalmente llegan a la perfecta imposibilidad de toda existencia. Batz entiende entonces que la conciencia advierte, a través de los tráfagos de la vida, que la no existencia es mejor que la existencia. Postuló por tanto que la verdadera liberación radica en el suicidio (Filosofía de la Redención). Esta concepción lleva a que el hombre se niegue a perpetuarse y tienda a autoaniquilarse, proceso que se consuma finalmente en el gran ciclo de la redención del ser: el suicidio. Al efecto, Philipp Batz vivió defendiendo la virginidad y el suicido como medio para minimizar la creación de vida y nuevos sufrimientos. Así, si todos los seres humanos sólo son los fragmentos de un dios que en el “Big Bang” o principio de los tiempos decidió autodestruirse, ávido de no ser, según Batz la historia universal no es sino la oscura agonía de sus fragmentos y la destrucción del mundo tiene como objetivo resucitar a Dios.